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Dos perlas cayeron de sus ojos...
Solo dos, pero suficientes para reflejar todo el dolor que sentia.
La pequeña ninfa dejo escapar un suspiro.
-No puedes seguir asi eternamente.- dijo mientras lamia las perlas de la cara de la niña-piruleta.
Un sabor agridulce.
...
(a ti, Lau)
¡Cariño!
ResponderEliminar¡¡¡Muchísimas gracias!!!
Hala, que ilusión me ha hecho que me dedicaras la entrada :)
Que por cierto, me ha encantado, es... es... original, distinto a todo lo que escribiste antes.
Sigue así por favor :)
Y... Y... ¡¡Tenemos que quedar!!
Besososos miles ;)