Deslizó su mano lentamente en un recorrido de escalofríos.
La respiración de ella comenzó a agitarse, a ir cada vez mas deprisa.
Estaba impaciente, quería sentirlo.
Sus manos se aferraron a las sabanas mientras su garganta emitía un largo y esperado gemido.
Pero él no se detuvo ahí.
Siguió proporcionándole placer hasta que ella, rendida, le suplicó que parara.
Los dos se extrañaron de que no se hubiera desmayado.
La respiración de ella comenzó a agitarse, a ir cada vez mas deprisa.
Estaba impaciente, quería sentirlo.
Sus manos se aferraron a las sabanas mientras su garganta emitía un largo y esperado gemido.
Pero él no se detuvo ahí.
Siguió proporcionándole placer hasta que ella, rendida, le suplicó que parara.
Los dos se extrañaron de que no se hubiera desmayado.
zorra deskiziadisima tengo blog :]
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