A veces pienso en cómo nos amábamos.
Creo que, en todos estos años, tú y yo no hemos follado ni una sola vez.
Tal vez ése fuera el error.
Tal vez tanto hacer el amor acabó desgastándolo.
Un instante de gozo del corazón vale más que dos horas de placer de los sentidos. Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir ni siquiera verdades.
No sigues tu blog? Me gustaria seguir leyendo de ti.
ResponderEliminarUn instante de gozo del corazón vale más que dos horas de placer de los sentidos.
ResponderEliminarContra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir ni siquiera verdades.
Puaf, que gran texto.
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