A veces, tengo ansias de vivir.
A veces esas ansias me hacen creer que puedo volar.
A veces, subo tan alto que la caída es dura.
A veces, tengo miedo de caer.
A veces, me ahogo.
A veces, hago daño a los demás con tal de mantenerme a flote.
A veces, no quiero seguir nadando.
Y, a veces, mis ansias de vivir, son por ti.
¿Me ayudarás a volar?