26.4.11

El día en que mi vida se desmoronó cual castillo de naipes.

La felicidad es curiosa.
Tardas tanto en construir algo que se le parezca que, cuando acaba,
no puedes hacer otra cosa mas que sorprenderte lo rápido y sencillo que es.
No recuerdo el día en que mi futuro, perfectamente organizado durante tanto tiempo, desapareció delante de mis ojos, sólo recuerdo lo fácil que fue.
Aunque si recuerdo lo poco que tardé en darme cuenta.
Sólo unas horas. En unas pocas horas supe que,
esa felicidad pacientemente construida, duramente conservada...
En fin, que se fue a la mierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Susúrrame tus sueños.