Ciao bella

- Tía, nos mira.

-¿Quién?

- El pavo ese, el de al lado de la tetona

- Pues que bien

- Venga Alice, está bueno

- ¿Sí? sí, supongo

- ¿Supones? ¿Pero a  tí que coño te pasa?

- Es que no quiero salir con un tio al que he conocido en un pub como éste.

- ¿Quién ha dicho que tengas que salir con él? Sólo fóllatelo joder, te vendrá bien un meneo.

- No necesito el sexo.

- No claro, por eso comes como una descosida, te estás poniendo gordísima. Mira, ahí viene.

- Hey guapa, ¿te puedo invitar a una copa?

- Tengo pene y no me dejo dar por culo.

- ... ciao

- Nunca falla

- Estás como una puta cabra.

- Mira Lien, el día que uno de estos me diga que no le importa y que se ha enamorado de mis ojos o alguna mierda de esas, me lo tiraré

- Eres una romántica.

Whitequeen

Corría rápido, muy rápido, las ropas se pegaban a sus piernas y, a pesar del frío y la nieve cayendo, sudaba como no había sudado nunca.
Pero no era suficiente.
Pese a ser una de las más rápidas de su especie, aquel no era ni su territorio, ni su elemento, ya no podía volar.

Sólo daba gracias porque la espada con la que le cortaron las alas estaba ardiendo y cauterizó la herida. Si hubiese dejado un rastro de sangre, la hubiesen encontrado mucho antes, y no le habría permitido tener esos 5min de ventaja.

No sabía hacia dónde se dirigía, pero no le importaba.
Los oía a lo lejos, y eso sólo le daba más fuerzas para correr. Lo único que quería era no oírlos nunca más.

Seguía corriendo cuando tropezó con una raíz.
Entonces supo que era su final.

-Mierda, si tan sólo...

Consiguió coger la botellita que llevaba por colgante y bebió el veneno segundos antes de que la encontrasen.

Las antiguas siempre lo decían. Mejor suicidio que devorada viva por los lobos.

Recuerdo que cuando era muy pequeña quería ser veterinaria.
Me gustaban mucho los animales, más que las personas, y sabía que siendo veterinaria estaría todo el dia rodeada de ellos.
Pero un día me atraganté con las matemáticas y nunca puede tragarlas.

Recuerdo tambien que solia montar a caballo, pero despues de un tiempo sin ir, al intentar volver a montar como solía hacerlo, me entró miedo y lloré tanto que el caballo se asustó.

Luego quise ser sexóloga, pero para eso hay que estudiar medicina, y no creo ser lo suficientemente trabajadora como para eso.

Hace unos años quería estudiar historia del arte, pero nunca seré como Indiana Jones, ya está todo explorado.

También he querido tocar el violín, pero al cabo de unos meses lo dejé.

Afortunadamente, mas vale tarde que nunca, y ahora se que quiero hacer con mi vida.

Aunque no me convence demasiado.

Superficialidadalcuadradoelevadoacien.

No me importa decir (y además MUY alto)
que voy a gastarme el siguiente sueldo en una camara de fotos.
La necesito.
De echo, la necesito más que comer.

Lo siento, pero quiero mostrarle a mi mundo que hay cosas diferentes fuera de ese pais con forma de cara.
Quiero que mi mundo se enamore de este pais frio y mojado.

Porque quiero que mi mundo salga de ese sitio humedo y caluroso antes de irse a Nippon.

- Es una zorra ¿sabes? Una de verdad, como a mi me gustaría ser.
- Ya eres una zorra.
- No, no esa clase de zorra. Es mala, y lo sabe, y no lo esconde.
- Siempre es bueno admirar a alguien. Pero no te pierdas.
- ¿Perderme? ¡Encontrarme!
- No la imites, sé tu misma. A lo mejor no estás hecha para ser esa clase de zorra.
- ¡Pues debería! ¡Mírame! Hace meses que no se nada de mi prometido, en mi trabajo todo el mundo me trata como una mierda, ¡nadie me respeta Alicia!
- Bueno, pues hazte de respetar. Pero no te pierdas.
- Vale, vale... oye.
- ¿Sí?
- ¿Cómo va el negocio?
- Va. La droga es rentable, ya sabes. La gente prefiere tener problemas en otros mundos antes que solucionar los de éste.

Quiero galletas.

- ¿Sabes? No me gusta nada la gente que te mira y no te dice nada. ¡Y encima hay veces en las que se rien! ¿No te parece increíble?
-Creo que a esa clase de personas les vendría bien una galleta.
- ¿Una galleta? ¿A qué coño viene eso?
-Me apetece una.
- ... joder Alicia, no paras de comer.
- Algún vicio he de tener.
- Eso no te pasaría si no fueses una reprimida sexual.
- ¡No soy una reprimida! Es simplemente que el sexo no me interesa.
- Vaya, a mi lo único que me interesa es follar.
- Pues te vendría bien comer más galletas. Luego no te sientes tan vacía.

...

Cogió el estuche de maquillaje y lo vació en la basura.
No lo necesitaría allá donde iba.
Deslizó el vestido negro sobre su piel y se miró al espejo.
Estaba demasiado pálida, como si nunca hubiese sentido el rubor del amor, le habían dicho. Tal vez era cierto.

Terminó de calzarse, se tomó el último analgésico y salió por la puerta. Lo dejaba todo atrás porque no quería nada.
Salió a la calle de una ciudad vacía y gris. Antes tenía color. Quién sabe que había pasado.

-Mierda.

Volvió a subir las escaleras. La finca tenía ascensor, pero ella prefería no usarlo.
Entró en el piso y recogió el libro.
De todas las cosas materiales que había tenido, esta era la única que había conservado.
No podía creer que hubiera estado a punto de dejarlo.

En la calle miró hacia el cielo. Las nubes tenían un color rojizo y violeta.
Muchas veces se quedaba pensando si habría alguien que estuviera viendo lo mismo que ella en esos momentos.
Lo pensaba con melancolía, como si hubiese algo que echara de menos, lo cual era una real estupidez.
Desató la bici mientras las gotas de lluvia comenzaban a chispear. Genial. Adoraba ir en bici mientras llovía.
Respiró profundamente y comenzó a pedalear.
No sabía que podía esperar cuando llegara, pero no le importaba lo más mínimo.
Sólo quería encontrar lo que fuera que faltaba en su vida.

La chica de los ojos tristes volvía a casa.

Frapuccino cool

Parece ser que en Nueva york la gente desayuna en cafeterías monas.
Al menos es lo que parece viendo esas series tan guays con personajes tan cools.
Y ella siempre ha querido ser neoyorquina y cool, por eso, cada mañana, pese a tener una buena cafetera y un bar bajo casa, Alicia andaba 10min (que no es nada cool, pero los taxis escasean en ciertos sitios de La Mancha profunda) para llegar a la cafetería más cool y mona de toda la ciudad.
Se sentaba todos los dias en la terraza y leía. Un periódico, un libro, una revista de moda...
Porque leer es cool.
Se tomaba un frapuccino y un muffin.
El frapuccino tenía poco de fra y mucho de ccino, y los muffins sabían demasiado raro para lo que costaban, pero era lo màs cercano y cool, y había que apañarse.

Esa falta de personalidad e inseguridad pueden parecer derivadas de algún tipo de trauma por falta de atención, y así suele ser, pero en su caso era simplemente que estaba tonta.

Rutina, jodido tesoro

Cuando te despiertas no quieres salir de la cama porque hace frío.
Sabes que tienes que hacerlo, porque son las diez, y ya has dormido suficiente, pero miras a los pies de la cama y te das cuenta de que te has dejado el pijama en la silla, por lo que tendrás que levantarte para ponértelo. Y hace frío.
Te revuelves un poco. Abrazas la almohada y te acurrucas bajo la manta de plumas, retrasando el momento que tanto odias.
Entonces te sientas. Te frotas los ojos y pones los pies en la moqueta.
Te sacudes con un escalofrío y corres a ponerte el pijama.

No te gusta la rutina, pero maldito el día en que te la quiten.

Es como si ser tu misma no sirviese de nada en un mundo que se esfuerza en esconder las debilidades.

Hoy por fin te levantaste y viste lo jodidamente sola que estás.

Reiniciar el sistema.

A veces ocurre que no sabes cómo continuar.

Puede parecer simple, pero es jodidamente difícil.

No puedes caminar, porque ya no sabes.

Aprender de cero nunca fue fácil.


Pero nadie dijo que lo fuese.

Cuando las palabras salieron de su boca ya era tarde.
No lo pensó, simplemente dijo todo lo que la rabia le pedía decir.

Y en ese instante, ella supo que no lloraría.
Porque no merecía la pena.

Nada cambiaría ese momento, ningún perdón borraría las palabras que ya estaban grabadas a fuego en su mente.
Le perdonaría, pero la cicatriz estaría allí, para siempre, recordándole que eran débiles a sus impulsos.

Es extraño cuando solo puedes hacer daño a alguien a quien amas.
Es extraño cuando alguien que te ama sólo te hace daño.

Bastarda.

Lo peor de todo, es que él tenía razón.

Tal vez esa verdad, fuese lo que más le dolía.

I'm still alive...

Ese día, no tenia pensado nada especial.

Hizo lo mismo de siempre, comió lo mismo que todos los miércoles y vio la misma televisión.

Es extraño cómo un día cualquiera puede acabar en un suicidio.

Retocada

De bicicletas y prostitutas.

Eufemismos sin tabúes.

Pedalea rápido.

No pares hasta que no llegues.

Y al final, la pared roja.

Un golpe y un crujido.

Tu cabeza contra el asfalto.

No esperes que no sangre si me rompes el alma.

Brownies...

Camina hasta el final del camino y no te entristezcas de lo que encuentres en él.

No te pongas triste ni siquiera por que ha terminado.

Las galletas de chocolate son antidepresivas...

... tengo que comer más.

De castillos... y princesas.

Había veces que no quería ser una jodida princesa.

Había veces que simplemente necesitaba ser jodida.

Veces en las que necesitaba ser la mala del cuento.

porque ella lleva tacones.

Porque ella, lleva látigo.

Porque ella lo puede hacer todo.

Y más.

Porque el príncipe azul, ése que al final destiñe,

se asustaba cuando le pedia ser follada.

Pero eso solo era a veces.

Porque ella, era una princesa.

¿O no?

Desubicada

Sientes que no estás en tu sitio
cuando un día no comprendes
lo que sucede a tú alrededor.

Cuando te das cuenta
de que estás mejor soñando que viviendo.

La inspiración es una ramera sin precio, la peor de todas, nunca sabes como agradecerle sus visitas.

La lluvia ácida deshace
retales de sueños incumplidos.
La ciudad no descansa,
la ciudad no duerme.
Y sin embargo...

Escucha los camiones recogiendo
la basura de esta ciudad de plástico.
Que no descansa,
que nunca duerme.
Y sin embargo...

Camina sin dejar la huella de tus pasos
en el asfalto que todo lo cubre.
En esta ciudad sin descanso,
en esta ciudad noctámbula.
Y sin embargo...

Mira a las bestias atadas pelear
por un trozo de papel carente de sentido.
En la ciudad cansada,
en la ciudad desvelada.
Y sin embargo...

No deseo que esto sea algo más.
Quiero que cuando acabemos te pires y me dejes dormir ancha en mi cama.
No quiero compromiso porque no te quiero.
Sólo acabemos cuanto antes,
y si quieres volverme a ver más te vale que sea bueno.
Más te vale ser bueno.
Cuando el sol se alce tras esa ventana, si es que no te echo antes,
serás tú el que se sienta sucio y usado.
Serás tú el que desee fervientemente una ducha
para quitarte mi olor de encima y no pensar más en mi.
Porque hacerlo te dolerá.
Porque has sido victima de MIS pasiones.

(STILL)

Me duele la cabeza.

El cuarto es húmedo, huele a cerrado, y no puedo ver casi nada.
Algo gotea cerca de mi.
No sé cuanto tiempo llevo inconsciente.
Estoy tirada en el suelo, atada y amordazada.

Oigo una radio fuera.
Joder.
Y lo peor está por llegar.

Creo que hay veces en las que es mejor aceptar el vacío de la propia existencia.

-¿Y qué me dices de esos simples detalles que te hacen sonreír?
-¿Como cuáles?
-Como ver un corazón en la parte trasera de una moto. O un coche rosa mientras viajas en tranvía... Ya sabes, la belleza de esas cosas insulsas y vulgares en las que nadie piensa y que nadie retrata en poemas de amor.

Sólo espera que la rescates de la más alta torre.

Tiene el pecho a punto de reventar, y sin embargo...
Es normal, la mente le va a mil por hora, casi como el corazón,
sólo que eso era antes, dejó de latir cuando...
Sí, y no.
Vale la pena arrepentirse de algo pasado?

Piensa que siente todo lo que la rodea,
pero no tiene nada que ofrecer.
Sólo son palabras vacías en un cuerpo muerto...

Aun que, tal vez, sólo tengas que pararte a escuchar lo que tiene que decir(te).

Escucha todo lo que tiene que ofrecerte.

Pierdes el control con cada embestida.
Sudor y sangre.
Peligro.
Luchas encarnizadas revestidas de ternura.
O tal vez no...
Pasión por la música.
Ritmos duros, como nosotros.
Házmelo como suena.

Ruín

Nubes de tormenta que amenazan con enturbiar mentes.

Recoge las cosas y lárgate, no eres bienvenida en esta ciudad de malolientes maleantes.

Y por las noches busca la calma en el precario equilibrio de unos tacones altos regados con alcohol.

Resacas con sabor a truenos. Lugares con olor a odio.

Un cuerpo mutilado sin sentimientos. Nadie quiere algo usado.

Música y colores en un mundo de plástico.

Artificial.

Como esas caricias que cada noche regalas.

Y al final la nada.
En tu cabeza. Siempre.

¡Despierta imbecil! La realidad me dio una hostia en la cara.

Mis pasos dejan marcas en la arena, mientras el agua se encarga de borrarlas.
La Luna ilumina el cielo y el mar.
El rumor de las olas adormece mis sentidos, y solo soy capaz de seguir caminando.

El olor a salitre del aire, mezclado con el de la gasolina logra arrancarme vagos recuerdos de citas pasadas, cuando veíamos los barcos zarpar.
Barcos cargados de sueños, decía un poeta.
En nuestro caso, barcos cargados de basura.
Sigo adelante y veo algo flotando en el agua.

Una bolsa de plástico y alguna compresa.

Creo que es hora de volver a casa, la realidad no quiere que escape de ella inventándome paisajes de ensueño.

Corazón de mimbre.

-Espero que no cambie nunca. Es algo difícil de explicar, pero le quiero. Con sus defectos y virtudes, con todo y sin nada.
-Sobre todo sin nada.
-Sabes a lo que me refiero.
-Sí. Como también sé que se te pasará.
-¿Por qué dices eso?
-Nunca creíste en el amor.


Y se marchó sin despedirse. Cuando me di la vuelta, el banco estaba vacío.

Te odio

Te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio.


Y no.

Por tí...

Sexo febril a las 8 de la mañana, risas y amor.

Nana de quebranto.

Vidas perdidas en mares de incertidumbre.
El vacío de la existencia
se vuelve contra ti.

Espera, hay más, entre nubes de dudas
la silueta del amor.
Y todo pasa como en un sueño.
El Sol te pide que me dejes,
la Luna grita hazle el amor.

Y el tic-tac del segundero sigue
imparable.
Como mi amor.
Olvida todo lo que has sentido
escucha atentamente mis latidos

Tic-tac, tic-tac.
Demasiado tarde.
[Me] Has perdido.

Trip.

Expande tu mente hasta el infinito y vuelve.
Colores, música, sexo.
Muérdeme las ganas.

Sobrevalorado.

La destrucción

El tiempo pasa, las heridas cierran... pero por suerte, siempre quedan cicatrices.
Las cicatrices ayudan a no cometer errores dos veces

Think...

Y he estado pensando.

Si al mundo no le importa cómo me siento.
¿Porqué habría de importarme
cómo se sienta el mundo?

Lascivia incontenible.

Susúrrame obscenidades al oído

Fóllame con palabras.

Pasado esquivo

Droga.
Soy dependiente.
De ti.

Maldito bastardo.¿Qué me has hecho?

[Palabrasdefuriacontenida]

Escucha mi corazón latir.

Va a salirse de mi pecho.

No huyas de esto,
no olvides que no eres nada.
No sin mi.

¿El amor?
Una mierda, gracias.

Do you know...?

No estás.
El tic-tac sigue, a pesar de todo.
El gato me recuerda tu ausencia con cada ronroneo
y oigo el grifo del baño gotear rítmicamente sobre el lavabo.

Pero tú, no estás.

Joder, me alegro de que hayas muerto.

Y nada que decir

Promesas rotas, vacíos.

Silencios impuestos, luchas internas... y tú.

Por encima de todo.

Y eso me asusta.

Muros invisibles

Ayúdame.

Quiero ver por encima de todo.

Quiero sentir todo el dolor de un alma destruida.

Quiero susurrarle al viento y que me responda.

Quiero oír al fuego retorcerse en su furia.

Quiero saborear el mar desde un acantilado.

Quiero saber que puedo.

¿Cómo puede mi mundo derrumbarse en silencio?