21.2.12

20 de Febrero de 2012, 23:36h

Luchad.
Una vez pasado el punto de no retorno no quedan ni miedo ni lagrimas, solo rabia.
Y esa rabia nos hace fuertes y nos mantiene unidos.
Nunca olvidéis que no estáis solos.

Yo por mi parte, quitando un porrazo y un ataque de histeria que ha hecho que me lanzase a por un policía y que me tuvieran que parar entre 4 personas, estoy bien.
El problema es que la adrenalina desaparece y estoy rendida.
Así que me voy a la cama.

Mañana volvemos a la lucha. Porque somos el futuro, porque nos queda mucha vida por delante, pero, sobretodo, porque prefiero morir luchando en la calle que delante de la tele.

Informaos, organizaos, defendeos, luchad y no os desaniméis, porque la lucha es larga, pero dura. Y nos hacemos fuertes. No tenéis ni idea de cuánto.

"Espero seas quien seas que escapes de este lugar, espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren, pero lo que espero por encima de todo, es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que aunque no te conozca, y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte… te amo. Con todo mi corazón. Te amo."

19.2.12

Sin sentidos.

Notas la electricidad
sobre ti,
tan solo puedes ver
cuerpos hipnotizados
Tu corazón late
al ritmo de la música
y los escalofríos,
te dan ganas de vomitar
La cabeza te da vueltas
cuando cierras los ojos,
y dentro, muy dentro
lo sientes.
El poder de algo
que está fuera de tu control.

Déjalo ir.

A veces desearía, después de haber pasado la noche juntos, 
poder levantarme e irme sin dar mas explicaciones.
No tener la necesidad de hablar o decirte que te quiero, 
pero poder volver a tu cama siempre que lo necesite, porque me entiendes, 
porque entiendes que hay veces en las que solo necesito sentir algo.
Lo que sea. Y no es necesario que sea amor.

15.2.12

Esa gente.

Hay personas que destrozan todo lo que tocan.
Algunos no pueden evitarlo, otros simplemente no quieren.
Lo único cierto es que absorben todo lo que hay alrededor como un pozo sin fondo.
El amor, el odio, la pena, la alegría. No importa.
Se lo llevarán todo, incluida tu alma.
Por eso es peligroso dejarlos entrar en tu vida.
Permanecerán en ella hasta que no tengas nada mas que dar, y, cuando se hayan ido,
seguirás queriendo darles más porque sabes que lo necesitan.
Que necesitan todo lo que seas capaz de darles.
Por eso no debes dejarles entrar en tu corazón.
Absorberán todo lo que puedan sin dar nunca nada a cambio.
Se llevarán tu corazón y no lo reemplazarán con el suyo,
probablemente porque no tienen, o simplemente porque no te cabría en el pecho.


Hay personas que destrozan todo lo que tocan.
Yo soy una de ellas.