28.8.07

Estaba sentada frente al espejo.

Las lagrimas habían corrido el maquillaje, que caía como ríos negros bajo sus ojos.

Manchas de dolor.

Intentó no pensar en nada, pero le era imposible.

Aun resonaban las burlas en su cabeza.

¿Porqué no podían, simplemente, dejarla en paz?

Tanto les molestaba su forma de vestir, de pensar?

Comenzó a llorar de nuevo mientras sus uñas se clavaban en su pálida piel.

Otra vez.

Siempre lo mismo, siempre igual,
condenada a las mangas largas para que nadie reparase en los arañazos.

Miró las paredes de su cuarto,
intentando recordar tiempos olvidados,
cuando los que ahora le amargaban la vida le habian hecho sonreir.

¿Cuando habían cambiado las cosas?

¿Desde cuando eran enemigos?

Tal vez nunca hebian sido realmente amigos,
simples compañeros.

Sacó los libros de la mochila e intentó concentrarse.

Sus notas habian bajado mucho en los ultimos dos años.

Sus padres decían que era culpa de las malas compañías,
de la gente de fuera del instituto,
y la instaban a que volviera a hablar con las de su clase.

"Si no les caes bien, sera culpa tuya, tal vez deberias cambiar"
"No me extraña que no te lleves bien con los de tu clase conforme eres"

Encima eso, no solo lo tenia que soportar en clase, si no que en su propia casa tambien...

Seguía con los libros delante,
pero su mente estaba con él.

El unico chico que habia querido de verdad.

Y con el resto de gente que la aceptaba tal y como era.

Durante toda la semana,
aguantaba en el infierno que era el instituto,
con la única meta de alcanzar el fin de semana y poder estar con ellos,
con él.

Y así pasó el tiempo,
las notas seguían bajando
y sus padres le prohibieron las salidas de los fines de semana.

Cada vez veía menos a sus amigos y a él.

Al final, acabaron cortando de la peor manera posible.

Despues de muchos engaños, de muchas mentiras,
de soportar lo insoportable, se dio por vencida.

Ya nada valia la pena.

Sin amigos, sin familia, sin amor.

¿Qué le quedaba?

Durante mucho tiempo lo pensó.

Estuvo dándole vueltas a la idea de su muerte,
si le hecharían de menos, si...








Una tarde, se quedó sola.

Llenó la bañera y se dispuso a darse un buen baño.

Casi sin darse cuenta, el agua se volvio carmesí.












Däfne
27.8.2oo7

1 comentario:

  1. El final me ha dejado fascinada. Me ha gustado mucho :)
    También me gusta la forma que tienes de describir los sentimientos de la chica.

    ¡Sigue escribiendo!

    Besitos Dafne :)

    (Lau)

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